Cuando pari instintivamente puse a Valen en mi pecho y fue magia pura. Su succión
fue una caricia a mi corazón agotado pero explotado de amor. Después llegaron las dudas, los
miedos, las malas e incomodas frases, la desesperación al ver que el peso no aumentaba y por
supuesto la culpa. Pues siempre parece que somos las culpables de todo.
Mi hijo tomaba la teta pero… no aumentaba de peso. Tu leche es agua fue la primera
daga que me clavaron directo al corazón, después vinieron varias mas al estilo “ la usa de
chupete”, “no lo alimenta”, “es un juguete”, “ le estas haciendo mal…”
Tome pastillas de levadura de cerveza, deje de tomar cosas con gas por los cólicos y
hasta media lo que comía para que sea nutritivo. Nada parecía alcanzar, el peso no subia y
siempre estaban insistiendo que refuerce con formula a lo que yo me negaba. Me negaba con
miedo, frustración y mucha pero mucha angustia. Estaba en lo correcto… o estaba
equivocada…
Los días pasaban, mis pechos sangraban pues era tanta la perseverancia y la insistencia
que hasta me lastime. No tenia mucha información y tampoco supe perdida, solo tenia el
instinto de estar en lo correcto.
Cuando Valen estaba a punto de cumplir 1 mes y medio, una noche desvelada entre
teta y teta mi pecho dejo de doler y también de sangrar, Valen parecía estar mas cómodo y yo
mas aliviada. Sabia que había subido de peso pues la ropa ya no tenia tantos pliegues y el
dormía mas… todos dormíamos mas. La semana siguiente en el control del pediatra la balanza
subió y mas de lo esperado. Habíamos logrado el objetivo y por primera vez las visitas ya no
serian semanales sino mensuales.
La sensación de victoria fue inigualable, aun hoy recuerdo ese alivio y esas ganas de
llorar fuerte de felicidad. No pudieron con mis ganas, con mi seguridad aunque quebré varias
veces. Después de esos primeros 45 días todo fue magia. La lactancia fue maravillosa, eran
nuestros momentos mágicos.
Cuando promediamos el año empezaron otra vez las preguntas y consejos no
solicitados… del tipo “ ya tiene dientes y aun toma la teta… “ “hasta cuando va a tomar teta…”
“ come asado y aun toma teta…” y obvio que volvió la mejor frase, la que mas me enfurecia…
“ La usa de chupete… te tiene tomado el tiempo…” A LO QUE RESPONDIA SIEMPRE CON UNA
SONRISA MOLESTA. Adviertan a los amigos y miembros de la familia Su consejo molesta… yo
no lo supe hacer…
Valen tomo la teta hasta los 3 años y medio. Cortamos cuando ambos estábamos listos
para pasar a otra etapa. Hoy mis pechos siguen siendo su refugio y su lugar seguro, sospecho
que lo son para ambos. Espero que lo sean por siempre. Muchas veces vemos fotos de nuestra
lactancia con profundo cariño.
La lactancia es, refugio, seguridad, alimentación, y un acto de amor. Que nada ni nadie
lo condicione. No hay limite para dar la teta. Es hasta que vos y tu bebe cosideren que debe
seguir. Es un acuerdo mutuo.
Mis pechos después de casi 8 años de lactancia… son hermosos, tal vez si están mas
grandes y un poco fuera de la ley de gravedad… pero cada vez que los miro los veo mas bellos que a los 20. Mis pechos son el reflejo del paso del tiempo mas maravillo que pueda existir… la
vida, vivida con amor. Que mas puedo pedir…
Que podamos amigas, que si dar la teta es tu elección ni los consejos ajenos ni la
presión laboral lo impidan. Es tu derecho y el de tu hijo.
Este año el lema de la semana de la Lactancia Materna fue Amamantar y trabajar,
Hagamos que sea posible. Garantizar a las trabajadoras en periodo de lactancia el acceso a
lugares de extracción y conservación de la leche materna es una obligación de los empleadores
así como también respetar las licencias y acompañarlas. La lactancia es un tema de salud
publica. Ojala el estado y las empresas alguna vez trabajen con políticas serias para acompañar
a las infancias, las maternidades y las lactancias. Es el fututo lo que protegen.