La maternidad está repleta de frases hechas y prejuicios pero nadie más que otra mamá puede entender todo lo que nos atraviesa después de parir.
Todos te dicen que tenes que organizarte, que en un tiempo todo volverá a la normalidad, que el cuerpo se acomoda, que la pareja también, que volverán tus espacios y también las noches de sueño.
Nadie te dice que casi nada de todo eso volverá jamás… (spoiler Alert) vas a estar bien, tal vez no tan rápido como esperabas pero vas a estar bien. Lo importante es saber que nada es mágico y reconocer a está nueva mujer que nace en vos.
Parir a un hijo es parir una nueva mujer, parir también una familia, un cuerpo distinto, horarios diferentes, una vida que no se parece en nada a la que tenías antes.
Ahora a la distancia y habiendo atravesado todo esto sin toparme con un texto así… Me pregunto porque el apuro a querer volver a lo anterior… a la famosa normalidad… si no hay nada igual después de un cambio como el que trae ser mamá. Porque las exigencias… porque las típicas frases hirientes de no parece que pariste… te ves genial o… dale la teta que adelgazas fácil… todas las opiniones sobre el cuerpo son dolorosas… absolutamente todas.
Todo es diferente porque hay una nueva vida entre nosotros y porque nosotros decidimos que así sea… me refiero a traer un hijo al mundo fue una elección propia. Entonces porque querer que todo sea igual… porque someternos a la presión de volver a la vida social anterior, al cuerpo anterior, a los horarios anteriores. Si nosotros elegimos una nueva vida.
La capacidad de adaptarnos a los cambios es lo que nos hace diferentes a los humanos y aplica a la perfección en esta nueva etapa.
La maternidad es una revolución de amor, es un nuevo nacimiento para todos y no hay tiempos para adaptarnos, cada familia es un proceso diferente. Si existen herramientas que te pueden a ayudar a en entender que no hay que volver a nada, sino hay que aprender a vivir ya no como pareja, sino como familia, como madre, como amiga, como una mujer que no olvida lo que fue pero se transforma.
Si la sociedad, los médicos y las familias comprendieran esto nos sacarían un gran peso de encima a las mujeres.
No hay que volver… porque nunca nos fuimos, solo nos transformamos